2 de junio de 2011

Cuando no alcanza el amor que ofrecés y peleas una causa perdida el amor se transforma en herida que no cierra, y que no deja ver. Y ceder en la apuesta es tan duro sin apuro y sin pausa empezás a perder. Gris, el cielo de tus ojos. Gris, del cielo dos despojos. Luz que enciende mi desvelo en la noche sin consuelo, tu boca tras un velo, en esta noche. Gris, autos en la neblina. Gris, mi sombra que camina. Vas, cayendo en la tristeza más honda y más espesa el techo de tu pieza en esta noche gris. Qué iluso que fui y cómo olvidarte hoy tengo tus penas y un tango tan gris. Hoy solo queda un recuerdo en mi corazón lerdo y en este tango gris. Que iluso que fui, solo por amarte creí que podía ser tu dueño así. Gris el cielo de tus ojos,  gris.


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