8 de agosto de 2012

A tí, Soledad.

Querida Soledad:
                           Vos sabrás más que nadie lo que me cuesta expresarme y lo dificultoso que es para mí elegir el encabezado perfecto para una carta, conocés cada sentimiento y cada palabra que pensé y nunca dije entonces es al pedo todo trabajo que pueda hacer, total vos, querida amiga, ya tenés todos los posibles comienzos en tu poder.
                           Hemos sido amigas por tanto tiempo y nunca me dejaste sola, por eso no tuve oportunidad de escribirte una carta antes, así que esperé cualquier momento en el que no estuvieses para poder escribirte pero me temo que ése día nunca llegó. Así es cómo llegué a estar ahora, sentada en mi cama, con tu compañía y escribiéndote esta carta, sé que en este mismo momento lo estás leyendo todo y, debo admitir, que me da mucha vergûenza. No sé si agradecerte por nunca dejarme a la deriba (sola sería una ironía) o enojarme por nunca haberme negado tu compañía pero me permito decir que es más lo que te agradezco que lo que te reprocho. Sé, querida amiga, cuánto has sufrido por las subestimaciones de mis pares, las palabras de odio, bronca o inclusive de venganza para/con tu persona, te he visto llorar, te he visto sufrir por el despecio ajeno y por el dolor que esto te causaba y yo, paciente como nunca, te consolaba diciendo que no eras mala, no como todos creen que sos, que muy pocos tienen la suerte de conocerte. También te agradecí por darme la oportunidad de aceptarme como amiga.
                             Sole, creo saber cuál es el disparador de todo el odio hacia vos...tenes tanta mala fama, amiga. Te pintan de negro, con tristeza, con anguistia. Te asocian con la depresión, y si, puede ser que tengan razón, porque es así pero no es todo negativo: ¡quién da tanta tranquilidad como vos!, ¡quién ayuda a reflexionar tanto como vos! ¡quién es tan leal como sos vos! Nadie, mundo, nadie. Permitime decirte qué sos para mi, va a ser un poco difícil pero sé que no es imposible. Creo que nadie conoce la Soledad absoluta, o en realidad te conocen pero no saben quién sos. Inclusive yo, que me hago fama de solitaria, creo que siempre hay un grado más de desamparo en la vida. Creo en la existencia de varias Soledades (pero te prefiero a vos, no te pongas celosa). Están las Soledades finjidas, las convenientes, las elegidas, las no merecidas, las merecidas, las hay quienes son resultado de desengaños amorosos, de pérdidas y tantas otras que creo que el mundo no durará tanto como para advertir su existencia. Particularmente, vos sos mi Soledad. Algunos dirán que te elegí pero no fue así. Al principio me costó bastante, te acepté porque eras lo único que tenía, no sentía -ni siento- que pertenecía a ése lugar en donde debía estar y vos fuiste mi mejor opción. Hoy, con orgullo, digo que si, ahora te elijo, ahora te quiero aunque me hagas ver las cosas desde una perspectiva más oscura a la que normalmente tengo, y sabes que suelo ser muy pesimista con mi destino. Hoy sos la que me acompaña siempre. Gracias por eso.
                             Te tengo que agradecer de muchas cosas, como por ejemplo: de haberme hecho más fuerte, más independiente y menos insegura. Por haberme hecho entender tantas cosas de las que no tenía idea que existían. Gracias por abrirme los ojos, por hacerme crecer. Pero lamento decirte que no todo es color de rosa en mi vida (¿y cuándo lo fue?) hay muchas cosas de las que me toca reprocharte y echarte en cara. No hay peor Soledad que la de no sentir nada ¿por qué? Fácil, seamos sinceros, ¿quién no dijo la famosa frase: "Me siento solo aún rodeado de gente"? Vamos, hasta yo lo dije y tenía razón hasta cierto punto. Uno puede estar solo y no sentirse solo, son cosas tan diferentes...pero no hay cosa peor que sentirse solo estando acompañado. Las personas necesitamos sentir para estar vivos, sentir odio, amor, lujuria, deseo, envidia, dolor, alegría, lo que sea, pero necesitamos los sentimientos para sentirnos vivos. Yo, personalmente, he llegado a la conclusión de que me siento sola porque no siento nada por nadie. Siento por mí, lloro por mí pero no desde un punto de vista egocéntrico, sino desde el desprecio y la autodestrucción. Lloro por mi vida, lloro por lo vacía y sin sentido que está y eso incluye también el hecho de no sentir amor ni ningún sentimiento bueno (supongamos que el amor es uno de los sentimientos buenos, ése tema va en otra carta). Por eso es que te pido, Soledad, que me dejes la libertad de sentir algo por alguien, me negas ciertos amigos, me alejas de ciertas personas pero por favor no me niegues el hecho de sentir. Soy de esas personas que se sienten útiles amando, ¿sabes?. Soy de esas personas que prefieren amar a ser amadas, por eso necesito sentir amor, y ésto va más allá de lo que sea el amor como sentimiento benigno o maligno, va por el hecho de sentir. Éso es lo único que tengo para reprocharte, todo lo demás me hace sentir cómoda, me hace sentir en casa.
                             Yo entiendo cada una de tus intenciones y sé que son buenas por eso no quiero que te alejes de mi. Quedate conmigo, por favor, no me dejes, no me dejes. Aunque suene mal para los demás, aunque todos me tilden como loca, como fatalista/exagerada o como alguien sin sentido común, sos vos a la que quiero conmigo, después de todo uno puede lidiar con las cosas solo, uno mismo es quien tiene las riendas de su vida, uno elige su destino y nadie más lo va a hacer en tu lugar ¿qué gracia tiene todo esto? al fin y al cabo uno nace solo y morirá solo ¿Qué sentido tiene transitar la vida con personas que entran y salen de tu vida cuándo quieren?.


Tuya, Ailén.




2 comentarios:

  1. M A R A V I L L O S O..
    No tengo palabras. Me siento 100% identificada con el texto.
    Te espero por el mío.
    Enserio sin palabras..

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    Respuestas
    1. Gracias! No sabes lo que me gusta saber que te gusto! Che, no puedo entrar a tu perfil, por lo tanto no pueod ver tu blog! No sé cómo hacer...Igualmente, gracias por pasar y por tomarte el tiempito de leer mi blog. Besos y que sigas bien!

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